Contar con un tanque permite mantener el abastecimiento en situaciones imprevistas, como interrupciones en la red o baja presión, asegurando así que cada hogar pueda seguir cubriendo sus necesidades básicas de higiene, consumo y limpieza.
También es necesario realizar un mantenimiento adecuado, al menos una vez al año. La limpieza del tanque evita la acumulación de sedimentos y previene la presencia de bacterias que pueden afectar la calidad del agua y, por lo tanto, la salud de quienes habitan el hogar.
Desde ARSA se trabaja diariamente para mejorar la prestación del servicio en toda la provincia, y el compromiso de cada usuario también es clave.